Los héroes del Olimpo II
El hijo de Neptuno
Opinión
Volvemos a presentarnos a la aventura con nuestro querido Percy Jackson como protagonista, esta vez junto a Frank y Hazel y sin recordar nada de su vida, excepto cómo se llama y a una chica que siente que es importante para él, Annabeth.
—Miren, señoras, ya hemos pasado por esto. Ni siquiera recuerdo matar a Medusa. ¡No recuerdo nada! ¿No podemos firmar una tregua y hablar sobre sus ofertas de esta semana?
El hecho de que Percy no recuerde nada (como Jason en El héroe perdido) le da un nuevo giro a la historia, ya que tiene una habilidades que no recuerda tener y hay gente que lo reconoce ya sea porque los salvó o porque los mató en el pasado, además del collar de cuentas del Campamento Mestizo.
El no recordar creo que le da más juego a la historia de Percy que a la de Jason, ya que con Percy ya hemos estado en 5 novelas, a Jason apenas le conocimos en El héroe perdido.
A pesar de todo, había mantenido el leño medio quemado envuelto en una tela en el bolsillo de su abrigo.
Luego tenemos a Frank, cuya vida depende de un trozo de madera y que tiene la habilidad de transformarse en lo que desee, aunque no consiga controlarlo hasta el final del libro.
La maldición de Hazel comenzó a aparecer lentamente. Primero parecía una bendición. Las piedras preciosas y el oro solo aparecían de tanto en cuanto, nunca en grandes cantidades.
Y por último, Hazel, con su control sobre todo lo que se encuentre en el subsuelo y su maldición con las joyas, aunque al final sepa sacarle partido en su aventura.
Por otro lado tenemos a Hera (o Juno, en su versión romana), a la que se le coge cariño capítulo tras capítulo (nótese la ironía…). El hecho de haberle borrado la memoria a Percy (al igual que a Jason en el anterior libro) ya hace que se le coja manía, pero que hubiera tenido a Percy 8 meses dormido hasta que llegara el momento de enviarlo al Campamento Júpiter ya es que…
Y finalmente, me ha gustado más este que el anterior, la verdad. Así que ahí os dejo mi nota. 😉
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