Cerca del albor de los sueños, en la vasta superficie de Alagesia, una tierra surcada por las huellas de un pasado legendario, vive Eragon. Una mañana, el joven descubre en el bosque una extraña piedra con forma de huevo, en cuyo interior late una dragona que lleva más de un siglo esperando encontrar al Jinete que pueda domesticarla. Eragon es el primero en muchos años, y su nombre está llamado a devolver la paz a una tierra que en breve padecerá el ataque de Galbatorix, un rey despótico y perverso que lidera una horda de criaturas repulsivas.
Opinión:
Un libro que, aun siendo la segunda vez que me lo leo y habiendo sido la primera novela extensa que me leí, sigue sorprendiéndome.
Encontramos muchos personajes fantásticos ya inventados como elfos o enanos, pero también encontramos otros inventados por el autor como los úrgalos o los ra’zac, lo que le añade a la novela más acción y novedad.
La unión entre Jinete y Dragón me encantó desde el principio, pues esa unión los mantene juntos mentalmente hasta la muerte de uno de ellos.
Con lo que llegamos a otra cosa, que es el hecho de que si el Dragón muere el Jinete sobrevive, pero si es el Jinete el que muere, el Dragón muere con él. Esto no me gustó mucho, ya que, si seguimos la historia, se cuenta que los Dragones hicieron el pacto con los Elfos y demás, pero si eso es cierto, no veo por qué los Dragones deberían haber estado de acuerdo en que los suyos murieran sin razón.
Y por último tenemos los idiomas creados por el autor: antiguo, de los enanos y de los úrgalos. Es una de las cosas que más me ha gustado, sobre todo el antiguo que es con el que hacen magia las personas que tienen dicha capacidad, puesto que usan las palabras para canalizar la energía.
Dicho esto, espero que os animéis a leerlo, ya que este será el libro que más recomiende de los que publique en el blog sin duda.